Simplemente quiero compartirles este breve
texto extraído de la página La Palabra del Día, de Ricardo Soca, donde explica
el origen de la palabra Magenta, que me parece tan extraordinaria y divertida,
así como el color que designa:
El 4 de junio de 1859, las tropas
francopiamontesas de Napoleón III, comandadas por el mariscal Patrice McMahon,
derrotaron a las fuerzas austríacas en una importante batalla en la ciudad
italiana de Magenta, obligándolas a abandonar la Lombardía.
McMahon fue nombrado duque de Magenta debido
a esta victoria. Más tarde llegó a ser presidente de la IV República Francesa.
La batalla de Magenta, que dejó 9700 muertos y 4600 desaparecidos, fue un paso
importante hacia la unidad italiana.
El nombre de esta ciudad lombarda es muy
antiguo: proviene del general romano Marcus Maxencius, quien estableció allí su
cuartel, que se llamó Castra Maxencia, en el siglo IV a. de C.
Poco después de la batalla de Magenta, se
descubrió una tinta de anilina. Aunque este hallazgo no tenía ninguna relación
con la contienda bélica, por el solo hecho de haber ocurrido en forma casi
contemporánea, y dado que la victoria era tan comentada, se dio el nombre magenta
al color de la nueva anilina. Sin embargo, muchos prefirieron llamarlo fucsia
en lugar de magenta, en alusión a la flor del mismo nombre y color, así
denominada en homenaje al botánico alemán Leonhard Fuchs (1501-1566), su
descubridor.
El
magenta o fucsia no es un color espectral, o sea, no se define mediante una
única longitud de onda, sino que se compone de una mezcla en partes iguales de
rojo y celeste; es, por tanto, complementario del verde.